“Lo he probado todo y no consigo adelgazar”
Como hago para adelgazar ? |
No hay nada
más frustrante que intentar adelgazar y ver como todos tus intentos no sirven
para nada…
Si estas intentando perder
peso, quizá hayas pronunciado alguna vez esta frase. Si es así, seguramente te
falta un elemento clave.
Puede
que sea que no cuentes con una buena flora intestinal.
Durante
mucho tiempo se ha pensado que la flora intestinal servía fundamentalmente de
refuerzo para las defensas y, efectivamente, garantiza el 80 % de sus defensas
inmunitarias
Se han
hecho progresos científicos en este campo y, recientemente, los investigadores
han descubierto que la flora intestinal también incide sobre el control del
peso.
Nuestro
sistema digestivo alberga cerca de 500 especies diferentes de microorganismos que
participan en la digestión y la inmunidad. ¡Hay miles de millones de ellos!
Conforman un ejército de billones de microorganismos que pueblan su intestino y
que, día y noche, lo protegen, lo limpian e impiden que las bacterias y
levaduras nocivas se desarrollen y les quiten el sitio.
Cuida tu flora intestinal y ella cuidara de ti |
A este inmenso ejército lo
llamamos “flora intestinal”.
Usted
debe cuidar su flora intestinal con la ingesta de alimentos sanos, además de
repoblarla con cierta regularidad. De lo contrario, su flora se convertirá en
un refugio para organismos nocivos que le provocarán estreñimiento,
flatulencias, diarrea, inflamaciones de diverso tipo, alteraciones cutáneas,
ganas de dulce, sobrepeso y cambios de humor. Además, una flora en mal estado
también puede generar enfermedades más graves como colon irritable, diarrea con
sangre, cáncer de colon, diabetes de tipo 2 u obesidad.
Se
calcula que una flora intestinal en estado óptimo debe contener un 85 % de
bacterias buenas y un 15 % de bacterias malas.
EXCESO DE PASTAS Y AZUCARES
Las pastas y el azucar pueden degradar la flora intestinal |
El problema fundamental de
la alimentación básica moderna reside en que degrada la flora intestinal al
reducir su diversidad y potenciar la proliferación de microorganismos muy
nocivos. Los antibióticos agravan estos efectos, ya que destruyen las bacterias
beneficiosas que viven allí desde que usted nació y hacen que proliferen los
microorganismos indeseados.
En
nuestra sociedad, el gluten, que encontramos en el pan, la pasta y las pizzas,
a menudo se digiere mal y puede provocar una inflamación crónica del intestino,
que a su vez es síntoma de un debilitamiento de la flora intestinal.
La
acción del gluten puede compararse con una fricción constante de la pared
interna de su intestino con un papel de lija, que va destruyendo la mucosa que
protege la pared. Esta mucosa se compone de miles de millones de bacterias
únicas, que se encargan de poner orden en su intestino para mantenerlo limpio y
sano.
La pared
de su intestino se vuelve entonces porosa y deja que todo tipo de sustancias
nocivas pasen a la sangre, lo que provoca innumerables alteraciones, entre
otras una aceleración de la acumulación de grasas.
Todos los alimentos
azucarados o que se transforman rápidamente en azúcar también resultan nefastos
para su flora intestinal. Tal es el caso de la glucosa de las patatas, la
fructosa de los zumos de fruta y la lactosa de los productos lácteos. Todos
ellos favorecen la proliferación de una flora fúngica (hongos) que altera la
inmunidad y conlleva una mayor exposición a la diabetes, la obesidad, los
accidentes cardiovasculares y algunos tipos de tumores.
El
desequilibrio de la flora intestinal puede provocar sobrepeso o dificultar la
pérdida de peso. En numerosos estudios se ha observado que la flora de las
personas obesas tenía una composición diferente a la de personas delgadas.
Fuente : www saludnutricionbienestar com
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